lunes, 15 de febrero de 2016

CENIZAS DE MIÉRCOLES

Hay soledades terminadas de palabras, símbolos, ciclos de vida repetida, esperas, cajones empolvados, soluciones, ¿Quién espera lo desconocido que espera?  La única esperanza asistida de tristeza, licencia de unos dedos por el teclado, nombrando palabras que no conozco y  lo son. 

Sin desesperación, ayer murió Zapatito, y no sé cómo regresar al miércoles, me quedan las fotografías, ninots valencianos de mi tierra, lugares donde estuvo una vez, los gritos y las palmas, la alegría, "Vamos a tomar un café, venga, yo te convido", y ahora lleno de lágrimas, el dolor es un esquema que me supera en esta soledad, escribiendo a las 13 de la tarde, sin ningún compromiso más que con mis recuerdos.

Creamos y creemos, la Cuaresma es la última cruz que Zapatito escribe y dibuja, a medias, vienen a buscarlo, baja la rampa con la misma alegría, ajeno y consciente de la vida, ¿Qué tengo que hacer para aprender a vivir en el presente? Un recuerdo es un mensaje que reflexiona.

Y ahora Curro, el silencio, su cabeza agachada y ladeada, lloro en silencio, y me llama de noche, "canijo" hay palabras que son nuestro nombre elegido, más allá del propio.

Y sigue nuestra Cuaresma, carboncillos sobre papel de estraza, "el pescado, para ir al mercado, la fruta," estraza del pasado de lo que hacemos y podemos hacer, el viaje al mercado en el futuro del trazado, el polvo negro frotado sobre el papel como la ceniza sobre la frente, señales de deseo "para la carretera de la vida" de Bienvenida, "para los caminos a Cartaya" de José, "para los paseos a Huelva con mi familia" de Rocío, "para un Cristo sobre las demás cruces" Otra vez de José, "para mi hermana" de Curro.









Caminos a la cruz, de bordados e hilo enhebrado, con las leves puntadas de Josefita, caminos despacio para los cuarenta días que llegan, los que vivimos y deseamos vivir, caminos como isobaras de temperatura, múltiples y varios, para encontrar su facilidad. La Cuaresma es un recuerdo que deja de serlo.





Una niña va a recoger el pan, llega cansada a casa, lo deja sobre la mesa, después va a por fresas, cuenta Rosa, y resume el relato de la vida.



Esta es tu cruz Zapatito, para que la puedas terminar cuando quieras. Los miércoles tienes aquí tu sitio.





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